La serie de terremotos ocurridos en la prefectura de Kumamoto en abril de 2016, costó la vida de 41 habitantes y un sin fin de daños materiales. El castillo de Kumamoto sufrió daños en las paredes exteriores y en el techo, algunas estructuras se derrumbaron, otras fueron alcanzadas por el fuego y el shachihoko —animal mitológico con cabeza de tigre y cuerpo de pez adorna diversos templos y castillos japoneses con el objetivo de protegerlos del fuego ya que se cree que tiene el poder de provocar lluvias– se destruyó completamente.
A pesar de que el castillo, uno de los más impresionantes e importantes de Japón, está cerrado al público debido a los daños, Kumamoto tiene mucho que ofrecer: museos, templos, parques con árboles de más de mil años, gente lindísima, samurais (guiño guiño) y por supuesto, a Kumamon, la mascota de la prefectura. Así que no quiten a Kumamoto de la lista de lugares para visitar en su viaje por este país ya que el turismo es una fuente de ingresos importante que ayudará a la región a recuperarse más rápido.
